Claves para llevar tu empresa a la Excelencia
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La palabra Excelencia nos hace pensar en calidad superior, algo extraordinariamente bueno. Si lo referenciamos a una persona nos sugiere respeto y admiración. Ser excelente en algo, implica como he dicho “Ser” y luego «hacer» en consecuencia, luego:
Para “Ser” excelentes, primero hay que conocerse.
Compartiré algunos consejos que desde mi experiencia te ayudarán a llevar a tu empresa a la Excelencia.
6 Claves para llevar a la Excelencia a tu organización.
- Clarifica tus valores de empresa.
Los valores tanto personales como de empresa son los cimientos sobre los que posteriormente se deberá construir todo lo demás. Cimientos poco firmes y endebles harán caer todo lo creado cuando vengan tempestades. De la misma forma, valores poco definidos o confundidos por directivos y en consecuencia por empleados conducirán a decisiones erróneas, incoherencia, frustración y muchas veces a conflictos intra e interpersonales.
La Excelencia requiere la alineación de los valores entre empresa y trabajadores
- Pon la felicidad de tus empleados en el número 1 de tus objetivos.
Es algo de sentido común y que ya conocemos; si cada empleado es feliz, el conjunto de todos ellos, la empresa, será feliz y con ello aumentará la creatividad, la salud, la implicación, el compromiso, la productividad y los beneficios. A pesar de ser algo obvio, todavía se respira en muchas empresas la sensación de urgencia por apagar fuegos diarios que priman por encima de la salud y el bienestar de sus empleados.
- Busca el talento de tu empresa.
Cada persona posee talentos que nos convierten en especiales y únicos. De la misma manera una empresa como sistema, posee una Esencia con determinados talentos que le convierte también en única y diferente. ¿Qué es aquello en lo que tu empresa destaca o podría hacerlo por encima del resto? Para responder a esta pregunta es necesario el autoconocimiento del sistema o empresa y de cada parte que la compone, que serían los directivos en primer lugar seguido de los mandos intermedios hasta llegar a cada empleado.
La Excelencia nace desde el autoconocimiento.
- Crea una organización transparente.
Es un mal común, sobre todo en multinacionales, el desconocimiento entre departamentos. Cada uno gestiona su información, sus objetivos departamentales y no comprende exactamente lo que hacen los otros. Se crean ideas o juicios sobre las funciones de los demás y cómo éstas afectan a su trabajo, pero sin conocerlo en realidad. Esto conlleva la duplicidad de información, contribuyendo a la baja eficiencia como sistema empresarial, pero también a la falta de empatía interdepartamental, la generación de conflictos y el mal clima. Si uno de los valores de la empresa es la transparencia y lo aplican así sus directivos y empleados, todos conocerán no sólo las funciones, la información que manejan, los informes, los objetivos y los intereses de los demás departamentos, sino que los considerarán como parte del mismo equipo, y no un enemigo con el que luchar. Sentir que todos estamos en el mismo barco, que somos un equipo y mi principal interés es el interés del grupo es lo que conducirá tu empresa a la Excelencia.
Pero aquí existe un punto a mirar en detalle; cada individuo que forma ese gran equipo necesita y busca sentirse reconocido por su trabajo a nivel personal y esto lleva al siguiente punto.
- Pon el Reconocimiento entre tus principales valores de Empresa.
Todos nosotros necesitamos sentirnos útiles de alguna forma. Sentir que el trabajo que realizamos sirve y contribuye a crear algo, siendo reconocido y valorado por los demás. Si un empleado nunca escucha de sus jefes o compañeros que está realizando un buen trabajo, aunque siempre haya puntos de mejora, se sentirá a la larga frustrado y desmotivado, buscando con el tiempo sus propios intereses y no los del equipo ni la empresa.
Introducir el reconocimiento y el agradecimiento como valor fundamental a cultivar día a día por cada trabajador, contribuirá enormemente a que cada uno dé lo mejor de sí mismo llevando tu empresa a la Excelencia.
- No cegarse por la competencia.
Observar de cerca a la competencia puede convertirse en un freno a nuestra propia evolución y creatividad. Si la observamos para aprender desde una perspectiva de curiosidad, como herramienta para despertar la intuición, la creatividad y quién sabe si la colaboración, puede ser útil y de gran ayuda. Pero a menudo mirar a la competencia nos provoca miedo, porque nos comparamos y nos auto-juzgamos, presionándonos a superarles. Cuando la perspectiva desde la que miramos es la competitividad, tener que ganar, la obligación de hacer algo, y el miedo, es cuando podemos llegar a cegarnos perdiendo de vista nuestra propia Esencia como empresa, nuestro foco hacia la Excelencia.
Que no sea el miedo o la competitividad la que nos guie sino la felicidad y las ganas de crear desde nuestra Esencia.
Si quieres llevar tu organización a otro nivel, estaremos encantados de acompañarte en el proceso.