Un viaje de autoconocimiento
A veces de camino al colegio para llevar a mi hijo, voy observando como todas las personas circulan o caminan hacia sus trabajos, colegios y rutinas semanales. Me pregunto dónde tendrán sus pensamientos, y automáticamente observo los míos. A mi mente llega una pregunta: ¿hacia dónde se dirige la sociedad?, y me dirijo la pregunta a mi misma: ¿sigues despierta, Ana?¿sigues en tu propósito?. Esta pregunta puede sonar extraña, pero hace unos 10 años tuve la sensación física y emocional de despertar. Había estado dormida durante muchos años creyendo que las decisiones que tomaba en la vida las hacía por mi y para mi misma. Pero nada más lejos de la realidad. Las hacía para alcanzar ese ideal de mujer “perfecta”: responsable, exitosa, buena, divertida, que nunca se equivoca. Vamos, algo completamente irreal y muy alejado de mi verdadero propósito de vida.
En el 2011 me quedé sin trabajo y con una hipoteca de 700€ al mes. Lo bueno es que me indemnizaron con algo de dinero y en ese momento aún no tenía hijos. A pesar de que mi entorno me empujaba para buscar trabajo rápidamente de nuevo, mi intuición y mi corazón lo vieron como una auténtica oportunidad. Quería detenerme y comenzar a mirarme a mi misma. Conocerme de verdad. Saber qué quería realmente en la vida. Qué me movía por dentro, qué me apasionaba, cuál era la razón de mi vida.
Muchas preguntas sin respuesta, pero una profunda necesidad de cambiar algo en mi.
Decidí escuchar a mi intuición y a mi corazón y fluir más con la vida. Estaba dispuesta a invertir en mi, tiempo, dinero, espacio. Lo que fuera para alcanzar una sensación que ni siquiera en aquel entonces sabía muy bien cómo tenía que ser. Me movía solo por una intuición de avanzar.
Lo primero que decidí fue hacer un tramo del Camino de Santiago. Saliendo desde Somport frontera entre Francia y el pirineo Aragonés, y llegando a Puente la Reina en Navarra. Unos 30km caminando cada día durante una semana. Pensaba encontrar respuestas, aclarar mi mente, encontrar mi propósito de vida. La verdad que allí no encontré muchas respuestas, pero me lo pasé fenomenal. Fue una experiencia muy recomendable. A pesar de que me picaron los chinches y llegué con la rodilla inflamada, volvería a hacerlo. En ese camino saqué un aprendizaje importante:
“En el camino de la vida hay señales, y si no estás atenta, te las puedes pasar de largo y perderte”.
Igual que nos ocurría en el camino de Santiago, cuando por ir hablando nos despistábamos y nos pasábamos de largo el cruce, teniendo que caminar 500 metros extras.
Con ese aprendizaje regresé a mi casa dispuesta a observar señales en mi vida. Aquí fue donde comenzó mu viaje de autoconocimiento más profundo y mi despertar.
¿Cómo saber que es tu momento para comenzar el viaje de autoconocimiento?
- ¡Escúchate! Este sería el consejo que te daría. No mires hacia otro lado, dejando que pasen los días. Acomodándote en sensaciones que no te llenan. Reconoce dentro de ti cualquier sensación que tengas y que te esté alertando de algo. Cualquier vacío, tristeza, rabia.
- Pregúntate: ¿Me siento en paz conmigo? ¿y con los demás? Según cuál sea la respuesta a estas preguntas, significará que hay algo movido dentro de ti o por el contrario todo está en calma.
- Sé honesto contigo mismo. ¿A quién pretendes engañar cuando dices que todo está bien y sin embargo tu cuerpo se retuerce por dentro con un triste vacío?
- Todo es más fácil de lo que tu mente te dice. El miedo nos paraliza, y nuestra mente es muy hábil para llevarnos al miedo imaginando toda clase de desgracias y dolor. Pero no es para tanto, te lo aseguro. Es cierto que puede ser que en el camino de autoconocimiento acabes llorando en algún momento, que tengas que sentir sufrimiento. Que tengas que ver y reconocer lo que no te gusta de ti mismo. Pero en realidad todo eso ya lo estás sintiendo, solo que estás mirando hacia otro lado, auto-engañándote.
En el autoconocimiento ponemos luz donde ahora mismo hay oscuridad.
- Da el paso. A mi hay una pregunta que me ayuda mucho a decidir cuando tengo dudas, y a lanzarme cuando tengo miedo, y es la siguiente: Ana, ¿qué harías si mañana fuera tu último día en este mundo? Mi respuesta es VIVIR con intensidad, sin miedo, arriesgando, AMANDO, apreciando todo lo que veo, escucho, toco, siento.
LA VIDA ES MARAVILLOSA, Y NO ESTÁ PARA DESPERDICIARLA CONFORMÁDONOS.
Si al leer este artículo, se está moviendo algo dentro de ti.
Si estás conectando con una fuerza o una sensación profunda que te dice: ¡venga!, ¡VIVE! ¡has venido a mucho más de lo que estás haciendo! Entonces por favor escúchalo.
Si quieres saber qué pasó después de mi camino de Santiago y cómo desperté y lo que aprendí en mi camino de autoconocimiento, te invito a que leas mi ebook:
“Los 7 pasos para conectar con tu líder interior”
En él te explico en 7 pasos, mis grandes aprendizajes y cómo todo guarda relación. Además, al finalizar cada paso, te propongo una serie de ejercicios prácticos para que los realices y tú puedas también comenzar tu viaje.
¿Cuáles son los 7 pasos?
- El primer paso
- Sabiduría interior. Escuchando al corazón y al cuerpo
- El segundo paso
- Partiendo de cero. Las creencias
- El tercer paso
- Descubriendo a tu auténtico yo. Los valores
- El cuarto paso
- Manifestando tus dones
- El quinto paso
- Desarrollando la intuición
- El sexto paso
- Practicando el poder del momento presente
- El séptimo paso
- Saliendo de la zona de confort. La misión del Líder
Deseo que tú también despiertes y te des cuenta de que eres TAN GRANDE, que tu presencia es capaz de iluminar al mundo. Solo es tu ego el que te hace pequeño. Pero está en ti despertar y ver de lo que eres capaz.