Los beneficios del Mindfulness en la empresa
Cuando hablamos de meditación, a la mayoría de las personas les llega la imagen de un yogi con pantalón blanco, o un monje budista. Parece que nada tiene que ver con el mundo empresarial y su ajetreo diario. Pero lo cierto es que ya se aprecia un movimiento por parte de algunas empresas, que como Google y Deutsche Bank entre otras, deciden invertir en formación de prácticas de meditación y Mindfulness para los empleados. Los beneficios para la salud física y mental que experimentan las personas que practican la meditación regularmente, se ven respaldados y confirmados por la ciencia, tras más de 600 estudios realizados.
Beneficios de la práctica del Mindfulness
Entre los muchos beneficios que se conocen con la práctica de la meditación, citamos aquí algunos de ellos:
- Reduce el estrés y la ansiedad
- Reduce la depresión
- Mejora la concentración y la memoria
- Aumenta la coherencia cerebral
- Equilibra los niveles de hormonas
- Mejora la calidad de sueño
- Mejora la presión arterial
- Ayuda en el tratamiento contra el alcoholismo
- Reduce el riesgo de problemas cardiovasculares
Y ¿por qué existen tantos beneficios? Según unos estudios realizados por El Hospital General de Massachusetts, nuestro cerebro cambia literalmente su estructura con la meditación. Aseguran que tras 8 semanas de meditación diaria, concretamente 2 veces al día de unos 20 minutos aproximadamente, se producían cambios en las regiones prefrontales del cerebro relacionadas con la empatía, la memoria, y la autoconciencia.
De hecho, comenzar el día con una meditación nos puede ayudar también a gestionar mejor nuestro tiempo, ya que la mente piensa con mayor claridad en estado de relajación que en estado de estrés. Y muchas veces no gestionamos bien nuestro tiempo porque la cantidad inmensa de tareas nos apabullan, provocándonos el descontrol, saltar de una tarea a otra impulsivamente, o incluso paralizarnos por no saber qué priorizar. Pero sabemos lo que es meditar
¿Qué es meditar?
Meditar no es reflexionar, sino todo lo contrario. Meditar es calmar la mente buscando el momento presente, el aquí y ahora, la conexión con nuestros sentidos y nuestro interior.
Hay dos tipos de meditación:
- La meditación abierta, donde se fluye poniendo nuestra atención en todo lo que sentimos y pensamos observándolo sin juzgar y sin apego. Como símil, las nubes serían nuestros pensamientos y nosotros un observador externo viéndolas pasar.
- La meditación concentrativa: En la que focalizamos nuestra atención en la respiración, lo que perciben nuestros sentidos o un objeto, para evitar así que nuestros pensamientos afloren.
La teoría es muy fácil, pero ponerlo en práctica y de manera regular puede resultar bastante difícil. Uno de los motivos es precisamente los pensamientos emergentes recordándonos todo lo que “tenemos que hacer”, así el cuerpo comienza a mandar señales como picores, dolor en la espalda, lo que sea para hacerte levantar y renunciar a la meditación. De ahí que es aconsejable al principio y sobre todo en empresas realizar las sesiones de meditación guiadas.
¿Cuántos pensamientos llegamos a tener en un día?
Según datos científicos, por nuestra mente pasan del orden de 60.000 pensamientos diarios. Pretender detener todos esos pensamientos durante la meditación y conseguir resultados el primer día es prácticamente imposible. Por ello, nuestro objetivo en la meditación no es controlar o detener los pensamientos sino observarlos, aceptarlos sin juzgar cuando aparezcan y dejarlos marchar. Como sucede con el deporte la constancia es fundamental.
¿En qué más nos beneficia calmar nuestra mente?
De los 60000 pensamientos diarios que tenemos, la mayoría de ellos son negativos.
Los pensamientos negativos son aquellos que emiten un juicio negativo sobre los demás o sobre nosotros mismos. Van acompañados de una emoción dañina como pueda ser la rabia, la frustración, la ira, el odio, el miedo. Estos pensamientos nos restan energía provocándonos un exceso de cansancio al final del día, además de dañarnos a la larga no sólo emocionalmente sino también físicamente.
Cada pensamiento lleva asociado una energía, una vibración que las personas del entorno la captan inconscientemente y les afecta. Esta es una de las causas de conflictos, de un clima, ya sea laboral o familiar, nocivo, y de la apatía y la queja contagiosa fundamentalmente en las empresas.
Considerando las horas que pasamos trabajando, el nivel de concentración requerido para muchos trabajos, la cantidad de personas interrelacionándose constantemente, la cantidad de pensamientos negativos que tenemos al día y cómo estos afectan a nuestra salud y la de los que nos rodean… y teniendo por otro lado la ciencia asegurándonos que si meditamos regularmente podemos llegar a calmar nuestra mente de esos pensamientos, a tener más memoria, mejor concentración, más coherencia cerebral, mejor salud en general y que obviamente esto afecta en nuestro rendimiento, gestión del tiempo, estrés, creatividad etc… ¿Qué más datos necesitamos para saber que es rentable invertir en programas de práctica meditativa en las empresas?
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