El secreto de la confianza en el emprendimiento
Cuando pienso en lo que de pequeña quería ser de mayor, no recuerdo nada. Quizás bailarina porque me apasiona, pero imagino que al decirme que era muy difícil ganarse la vida con eso, lo borré de mi mente porque percibí en mi entorno que no era lo más “seguro” para mí. Tardé 35 años en querer convertir un sueño en realidad. Tengo que decir que la vida me ayudó, poniéndome obstáculos por el camino.
Cuando en la vida todo nos va bien, no nos cuestionamos nada.
El hecho de tomar la decisión de hacer realidad un sueño no significó que los obstáculos desparecieran, sino que había elegido vivir una vida con Consciencia. Me convertí en una pequeña gran emprendedora. Desde entonces todos mis miedos se despertaron y empezaron a gritar aún más alto. Habían permanecido ocultos, escondidos bajo una rutina y monotonía aparentemente controlada. Salir de mi zona de confort, me hizo descubrir lo pequeña que siempre me había sentido. Pero fue también en ese momento, en el que decidí despertar mi Consciencia, cuando comencé a experimentar la magia de la Vida. A través del pensamiento positivo, del agradecimiento, de la perseverancia y de la confianza.
En el camino hacia nuestros sueños no funcionan las prisas sino la confianza.
Cambia el pensamiento y cambiará tu vida.
El otro día recordé lo que había deseado con exactitud cuando comencé a emprender: “Que mis pasiones sean la fuente de mis ingresos”. Nunca parecía hacerse realidad porque mis ingresos eran siempre muy pocos. Hasta que de repente lo vi.
Mi deseo ya lo había conseguido desde el minuto 1. Todo este tiempo mis pasiones habían sido la fuente de mis ingresos. Solo que nunca pensé en cuánto quería ingresar.
Entonces cambié mi pensamiento. Ya no es el dinero el indicador de si he conseguido mi sueño, sino la Abundancia en todos los sentidos, la Paz interior que tengo cada día y el fuerte deseo de expandir lo que llevo en mi interior al mundo. Pocos días después de cambiar mi pensamiento, ocurrió de nuevo la magia, vinieron a mí más clientes y más oportunidades y como consecuencia más ingresos.
Cuando algo cambia en nuestro interior, cambia el exterior.
Si algo he aprendido en estos 6 años, es que cuanto más nos conocemos a nosotros mismos, no sólo nuestros pensamientos o conductas, sino las emociones más profundas, las sombras más oscuras, los miedos más terribles… y nos atrevemos a integrarlos como parte de nosotros, más nos acercamos a nuestro verdadero Ser, y más grandes nos convertimos. Cuando vibramos en ese estado, es cuando somos capaces de ver los efectos del sincrodestino del que habla Deepak Chopra en su libro.
Las “casualidades” ocurren, las oportunidades aparecen y todo fluye. La Vida se vuelve fácil.
Lo difícil no es que los sueños se hagan realidad, sino cambiar nuestra propia percepción de todo lo que nos sucede.
Lo difícil es modificar esas viejas y ancladas conductas inconscientes que guían nuestra vida sin darnos cuenta. Lo difícil es desaprender todo lo que hemos aprendido arrastrados por el miedo a lo largo de nuestras vidas y volver a brillar como un día hicimos cuando éramos niños. Incluso cuando creemos que ya estamos cambiando, en realidad es solo en la superficie, porque nuestros pensamientos inconscientes siguen haciendo de las suyas en un nivel mucho más sutil y profundo. Son esas creencias que sólo nuestro cuerpo y emociones reflejan, y que si no ponemos nuestra Atención Plena no tomamos consciencia del poder que tienen sobre nosotros. De cómo dirigen nuestra forma de hablar, de sentir, de comunicarnos, de escuchar, de afrontar retos, de relacionarnos, incluso de disfrutar.
Fomentando el emprendimiento y el crecimiento personal entre los jóvenes.
No pensemos que las nuevas generaciones al estar más informados y con grandes recursos a su alcance están exentos de estas limitaciones.
Trabajando con adolescentes he visto que muchos de ellos siguen los mismos patrones. Perciben lo que la sociedad y su entorno aprueba como más correcto y más seguro y comienzan a moldear su personalidad, es decir su Ego y sus conductas, para encajar en ese paradigma. En esa remodelación se sienten tristes y perdidos porque están comenzando a dejar de ser ellos mismos para “encajar”. Es cuando comienzan a dejar de soñar y a desconectarse de su Esencia.
Fomentando el emprendimiento entre los jóvenes, partiendo desde el propio autoconocimiento, estaremos consiguiendo que aprendan en la vida a confiar en su intuición, en su propia grandeza, en el trabajo interior y profundo para crear la realidad que desean. Y no tengan que desaprender de adultos para volver a ser ellos mismos.
Existe una fórmula, que al menos a mí, me está funcionando en este camino del emprendimiento. Parece fácil de aplicar, pero como he dicho antes, lo más difícil es que para aplicarla antes tengo que traspasar varias puertas que me llevan a mis grandes temores y creencias. Pero todo es perseverar y querer.
La fórmula, mágica para mí, es:
Pedir desde el Ser, soltar y confiar para obtener